
El dia lunes 30 de junio asistí a la inauguración de la muestra "Vida y Obra del Cardenal Raúl Silva Henríquez" en la Municipalidad de Talagante. El Cardenal Silva representa para mi una figura inspiradora de mi acción política, por lo que felicito la inciativa de la Corporación Cultural y del Padre Andrés de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, por traer esta muestra a Talagante y permitir que se conozca el gran aporte del Cardenal Silva a la construcción de una patria más justa.
El 25 de mayo de 1961, el Papa Juan XXIII lo nombró como arzobispo de Santiago, ante la sorpresa de la opinión pública que no lo consideraba entre los favoritos para suceder al cardenal José María Caro. Sólo un año después, en febrero de 1962, el mismo Papa lo nombraba cardenal. A partir de ese momento y durante 20 años, el cardenal Raúl Silva Henríquez debió afrontar una de las épocas de cambio más traumáticas de nuestra historia, marcada por sostenidas demandas sociales y la polarización de la clase política que buscaba dar respuesta a los problemas sociales con soluciones ideológicas excluyentes, que culminaron con el quiebre democrático y la instauración por la fuerza del régimen militar de Augusto Pinochet. En este difícil contexto histórico, el cardenal Silva Henríquez, cuyo pensamiento siempre estuvo marcado por su profunda fe y amor a Chile, supo ser fiel a su papel de pastor llamando al diálogo y constituyéndose en la voz de los más desamparados; asimismo supo llevar a cabo su obra social como promotor de instituciones en beneficio de los sectores de extrema pobreza. Su sensibilidad quedó reflejada en un hermoso texto llamado "Mi sueño de Chile", donde señalaba: “Quiero que en mi país todos vivan con dignidad. La lucha contra la miseria es una tarea de la cual nadie puede sentirse excluido. Quiero que en Chile no haya más miseria para los pobres. Que cada niño tenga una escuela donde estudiar. Que los enfermos puedan acceder fácilmente a la salud. Que cada jefe de hogar tenga un trabajo estable y que le permita alimentar a su familia”. El día de su funeral, miles de personas corearon en las calles: “Raúl, amigo, el pueblo esta contigo”; un espontáneo y verdadero testimonio del sentimiento de los chilenos respecto de la obra de este cardenal.
Les invito a visitar esta muestra y a hacer nuestra la tarea comenzada por el cardenal.

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