El día 14 de junio tuve la oportunidad de asistir a la Conferencia "Ganemos el Futuro: Una visión del Chile del 2030", bajo el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer y la Comunidad de Formación Humanista Cristiana, y que realizó en Santiago, en Casa Piedra.
Los expositores fueron Soledad Alvear, Camilo Escalona, Joaquín Lavín y Eugenio Tironi. En esta Conferencia, Soledad Alvear presentó las principales conclusiones de un trabajo realizado por un grupo de profesionales de la Democracia Cristiana, ayudados por la Consultora Anticipa, y que se refieren a los escenarios futuros que podrían configurarse en el Chile del 2030.
En primer lugar, y más allá de los diferentes escenarios presentados en la ocasión, me parece de la mayor importancia que existan este tipo de encuentros y sobre todo este tipo de estudios, donde se proyecten las tendencias actuales para visualizar el Chile del futuro. Solo así es posible proponer políticas públicas que se anticipen a los desafíos que están por venir, en vez de estar permanentemente reaccionando a los problemas del día a día.
Por ejemplo, si las políticas públicas de vivienda hubieran previsto los problemas sociales derivados de la concentración de hogares pobres sin las condiciones mínimas necesarias de infraestructura de transportes, educación, áreas verdes y oportunidades de trabajo, entonces no estaríamos en presencia de los niveles de drogadicción, narcotráfico, delincuencia y violencia que afectan a ciertas comunas como por ejemplo Puente Alto y La Pintana.
Es por ello que como candidato a concejal por Talagante, estoy muy interesado en prever el futuro de nuestra comuna. ¿Cómo será el Talagante del 2030? ¿Cuánta población tendrá? ¿Cuál será su porcentaje de pobreza? ¿Qué cantidad de áreas verdes por habitante tendrá? ¿Cuál será la composición demográfica de su población? ¿Cuál será la base de su actividad económica? ¿Habrá sido "tragada" por Santiago?, etcétera, etcétera...
Existen algunas tendencias que son más o menos conocidas, como por ejemplo el crecimiento poblacional y el aumento progresivo de los ingresos. Sin embargo hay otras tendencias que son más difíciles de proyectar: ¿Cómo crecerá la ciudad? ¿Y hacia dónde? ¿Qué tipo y cantidad de inversiones atraerá la comuna? ¿Cuál será su vocación económico-productiva?
Muchas de las respuestas del futuro dependen obviamente de lo que hagamos ahora. Es por ello que estoy comprometido profundamente en promover el diálogo social donde intervengan todos los habitantes de la comuna, a través de las organizaciones sociales tradicionales así como a través de las nuevas formas de organización, como por ejemplo los Grupos virtuales como Facebook, que a mi juicio le están dando un nuevo ímpetu a la participación ciudadana.
En este sentido, mi visión de Talagante va mucho más allá de estos próximos cuatro años. Y para ello quisiera instalar en el debate público algunos temas, como por ejemplo el desarrollo urbano de la ciudad, considerando que el urbanismo tiene un sentido práctico, referido a la infraestructura de transporte y a la oferta de viviendas y otros servicios básicos, pero también un sentido estético que es mucho menos debatido, pero que a mi juicio tiene grandes efectos en la calidad de vida.
Si comenzamos a hablar de tener una ciudad limpia, sin rayados en los muros del centro, sin perros vagos merodeando y esparciendo basura, una ciudad ordenada donde exista cableado subterráneo para el centro, y cafés con mesas en las veredas y jardines en un entorno amigable con el peatón, entonces comenzamos a crear una imagen de algo que vemos como deseable primero y alcanzable luego. Primero tenemos que crear el sueño colectivo, y luego una vez que está instalado, hacerlo realida es lo más fácil, aunque suene paradójico.
En lo que viene de esta campaña, me propongo dedicar mi tiempo y esfuerzo a ir creando paso a paso este sueño colectivo del Talagante del futuro, construido entre todos, sembrado como una semilla pequeña en una tierra que a lo mejor ha estado seca por años, pero que poco a poco debemos comenzar a regar para esperar que crezca y rinda frutos. Los invito a sumarse a esta tarea, con la ayuda de todos podemos hacerlo.
Los expositores fueron Soledad Alvear, Camilo Escalona, Joaquín Lavín y Eugenio Tironi. En esta Conferencia, Soledad Alvear presentó las principales conclusiones de un trabajo realizado por un grupo de profesionales de la Democracia Cristiana, ayudados por la Consultora Anticipa, y que se refieren a los escenarios futuros que podrían configurarse en el Chile del 2030.
En primer lugar, y más allá de los diferentes escenarios presentados en la ocasión, me parece de la mayor importancia que existan este tipo de encuentros y sobre todo este tipo de estudios, donde se proyecten las tendencias actuales para visualizar el Chile del futuro. Solo así es posible proponer políticas públicas que se anticipen a los desafíos que están por venir, en vez de estar permanentemente reaccionando a los problemas del día a día.
Por ejemplo, si las políticas públicas de vivienda hubieran previsto los problemas sociales derivados de la concentración de hogares pobres sin las condiciones mínimas necesarias de infraestructura de transportes, educación, áreas verdes y oportunidades de trabajo, entonces no estaríamos en presencia de los niveles de drogadicción, narcotráfico, delincuencia y violencia que afectan a ciertas comunas como por ejemplo Puente Alto y La Pintana.
Es por ello que como candidato a concejal por Talagante, estoy muy interesado en prever el futuro de nuestra comuna. ¿Cómo será el Talagante del 2030? ¿Cuánta población tendrá? ¿Cuál será su porcentaje de pobreza? ¿Qué cantidad de áreas verdes por habitante tendrá? ¿Cuál será la composición demográfica de su población? ¿Cuál será la base de su actividad económica? ¿Habrá sido "tragada" por Santiago?, etcétera, etcétera...
Existen algunas tendencias que son más o menos conocidas, como por ejemplo el crecimiento poblacional y el aumento progresivo de los ingresos. Sin embargo hay otras tendencias que son más difíciles de proyectar: ¿Cómo crecerá la ciudad? ¿Y hacia dónde? ¿Qué tipo y cantidad de inversiones atraerá la comuna? ¿Cuál será su vocación económico-productiva?
Muchas de las respuestas del futuro dependen obviamente de lo que hagamos ahora. Es por ello que estoy comprometido profundamente en promover el diálogo social donde intervengan todos los habitantes de la comuna, a través de las organizaciones sociales tradicionales así como a través de las nuevas formas de organización, como por ejemplo los Grupos virtuales como Facebook, que a mi juicio le están dando un nuevo ímpetu a la participación ciudadana.
En este sentido, mi visión de Talagante va mucho más allá de estos próximos cuatro años. Y para ello quisiera instalar en el debate público algunos temas, como por ejemplo el desarrollo urbano de la ciudad, considerando que el urbanismo tiene un sentido práctico, referido a la infraestructura de transporte y a la oferta de viviendas y otros servicios básicos, pero también un sentido estético que es mucho menos debatido, pero que a mi juicio tiene grandes efectos en la calidad de vida.
Si comenzamos a hablar de tener una ciudad limpia, sin rayados en los muros del centro, sin perros vagos merodeando y esparciendo basura, una ciudad ordenada donde exista cableado subterráneo para el centro, y cafés con mesas en las veredas y jardines en un entorno amigable con el peatón, entonces comenzamos a crear una imagen de algo que vemos como deseable primero y alcanzable luego. Primero tenemos que crear el sueño colectivo, y luego una vez que está instalado, hacerlo realida es lo más fácil, aunque suene paradójico.
En lo que viene de esta campaña, me propongo dedicar mi tiempo y esfuerzo a ir creando paso a paso este sueño colectivo del Talagante del futuro, construido entre todos, sembrado como una semilla pequeña en una tierra que a lo mejor ha estado seca por años, pero que poco a poco debemos comenzar a regar para esperar que crezca y rinda frutos. Los invito a sumarse a esta tarea, con la ayuda de todos podemos hacerlo.
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